HALLOWEEN

“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes tenías estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. (1 Pedro 1:14-16)


¿Qué es Halloween?

     La Noche de Brujas o Halloween (Jalouín) es una fiesta que se celebra en la víspera del día de “Todos los santos”, principalmente en Estados Unidos, norte de México, algunas provincias de Canada, Irlanda, Europa y algunos países Latinoamericanos la noche del 31 de octubre de cada año.

                    Orígenes

    La primera documentación de palabra Halloween (AFI /ˌhæl.əʊˈiːn/) es encontrada en un documento del siglo XVI y es una derivación de la expresión inglesa All Hallows Eve (Víspera de Todos los Santos).

Se originó aproximadamente 2000 años antes del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo entre los Druidas, quienes eran sacerdotes paganos de los celtas en Europa y Asia Menor, constituyéndose así en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de antiguo y significa fin del verano.

Los antiguos británicos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el “Año nuevo celta”, que comenzaba con la estación oscura.

Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados.

            Leyenda y costumbres de Halloween

Antes de continuar deseo pidas al Señor que te habra el entendimiento y puedas comprender a plenitud el engaño que hay tras esta fiesta pagana y salgas de ella. También deseo enfatizar algunos elementos y actos descritos a continuación para que tomes en cuenta en tu lectura, no dejándolo pasar de largo, ya que son alusivos todos ellos al mundo de las tinieblas. Estos son: Adoración a seres u objetos de la tierra y sacrificios = a idolatría, fuego=condenación, bebidas; poderes, magia = a hechicerías, adivinación; demonios, mentiras, traición, engaño, oscuridad, velas, sangre, disfraces (disfraces Satanás Padre de mentiras), pactos y otros que quizá usted mismo encontrará con la guía del Señor una vez informado. ¡Amen!.

Los druidas adoraban a los árboles y al dios de la muerte SAM HAIM (Satanás), siendo que el 31 de Octubre le invocaban para preguntarle sobre su futuro, destino, dinero, muerte y amor. Por lo que otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.

Disfraces y Fogatas

Creían que las almas de los que habían muerto volvían a la tierra a pedir comida y bebida a la familia de donde habían provenido y convivido, junto con ellos, creían también que venían con ellos los espíritus malignos, brujas, gatos negros, animales, etc., porque según la religión celta, las almas de estos difuntos estaban atrapadas dentro de los animales feroces y podían ser liberados ofreciéndole al dios de la muerte sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos. Por ello vieron la necesidad de ahuyentar a estos espíritus malignos, adoptando la apariencia de ellos, para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro.

El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno.

Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.

El Truco o trato y La calabaza (Jack O'Lantern)

Originalmente el Truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») surge de una leyenda popular de origen céltico, según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo (nombrando a un demonio) llamado Jack “El Tacaño” (Stingy Jack) que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente “truco o trato”. Él usaría sus poderes para hacer “truco”, que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Por lo que le daban lo que fuera ya que el precio no sería tan alto.

Jack era un granjero que engañaba, mentía a vecinos y amigos. Esta conducta le consiguió enemistades y una reputación de malvado que rivalizaría con el mismísimo Satanás. Al Diablo, le llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobarlo disfrazado como un hombre normal al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Cuando Lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack pidió una ronda más como última voluntad. El Diablo se lo concedió, pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes, y lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda, Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.

Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció en casa de Jack para llevárselo, pero de nuevo Jack pidió un último deseo que el Diablo cogiera una manzana situada en lo alto de un árbol para así tener su última comida antes de su tormento. Lucifer accedió, pero cuando estaba en el árbol Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión Jack pidió no ser molestado en diez años, y que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.

Pero tras morir antes de esos diez años pactados, Jack se preparaba para ir al cielo, pero le impidieron el ingreso por su mala vida, siendo enviado al infierno. Pero por el trato que había realizado con el Diablo, éste le expulsó de su reino y le condenó a deambular por los caminos con un nabo hueco, con un carbón ardiendo dentro como única luz que guiara su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o “Jack of the Lantern”, nombre que se abrevió al definitivo “Jack O'Lantern”. Esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas, para evitar que Jack llamara a la puerta de las casas y proponer Truco o trato.

Por ello, más adelante los druidas iban de casa en casa pidiendo un niño o una mujer virgen para ofrendar en sacrificio. Esta víctima era el regalo para este demonio, y a cambio, dejaban una calabaza con agujeros y una vela encendida por dentro hecha con grasa humana, para que los moradores de aquella casa no fueran asesinados por Satanás. Pero si no les daban “regalos”, los druidas hacían una “travesura” pintando símbolos ocultistas (pentagramas, cruces invertidas, etc.) para indicar a los demonios que maten a alguien en esa casa.

De aquí viene la expresión “regalo o travesura” (una traducción más exacta sería “dulce o susto”) que hoy utiliza la gente, en norte américa tirando huevos podridos, causando perjuicios a la propiedad de quienes no quieren participar de Halloween, gracias a Dios costumbre que aún no se ha globalizado aún en el reto de los países que asimilaron esta festividad. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. (Colosenses 2:8

El Halloween y fiesta similar asimilada por el cristianismo

Cuando tuvo lugar la ocupación Romana de los dominios Celtas, la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya celebraban los últimos días de Octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la “fiesta de la cosecha”, en honor a Pomona (diosa de los árboles), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de las celebraciones.

En una época en la que predominaban las festividades paganas, los papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantar dicha celebración celta, por una festividad cristiana “Día de Todos los Santos” que fue trasladada del 13 de mayo, con todas sus costumbres, al 1 de noviembre, en remplazo a la festividad original celta.

En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran hambruna Irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los “Jack-o'-lantern”. Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921 en Minessota, para posteriormente continuar en otros estados, adquiriendo una progresiva popularidad en las siguientes décadas.

La internacionalización del Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 por el cine y a las series de televisión, medios que actualmente Satanás emplea para corromper la mente de la humanidad y permitiendo una gran contaminación demoniaca a través de los ojos y los oídos, con lo que ven y oyen, ya que así comienzan a imitar y practicar lo que ven.

Hoy en día Halloween es una de las fechas más importantes del calendario festivo estadounidense, canadiense y poco a poco va siéndolo al alrededor del mundo, que va asimilando las tradiciones y costumbres de la misma con la fiesta Católico Romano Religioso, consecutiva al del Día de Todos con más fuerza, causando poco a poco confusión entre una y la otra, ya que van viéndose muy semejantes en cuanto a su propósito.

Es necesario recordarte que Jesús, en el evangelio de Mateo 15:6 dice: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición”.

¿Por qué es malo celebrar Halloween, si la mayoría lo festeja?

Porque esta celebración popular, costumbrista y tradicionalista no es más que una máscara, detrás de la cual se oculta realmente la celebración del cumpleaños de Satanás entre los ocultistas, brujos, adivinos, satanistas, médiums, etc., constituyéndose en el día más "santo" en su calendario, donde se invocan a espíritus malignos y se insta a las sectas a realizar actos sexuales, muchas veces con las victimas antes de ser sacrificadas o con algún participante, y luego a ofrecer sacrificios humanos, (niños o bebes) animales (mayormente gatos negros) al demonio, porque lo que se desea es sangre. En su mayoría son instados a beber la sangre de sus víctimas, untarse en ella, o ambas de alguna manera para sellar algún pacto con Satanás mismo, y esto ante los ojos de Dios se constituye en un pecado, no solo por pactar con el mal, sino también por el hecho de beber sangre, al respecto nos dice las escrituras: Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. (Génesis 9:4-6)

Por lo que constituye un enorme peligro, no solamente físico para las victimas seleccionadas para dicho fin, sino, sobre todo hablamos del peligro espiritual, por la gran contaminación que conlleva a los que participan de ella directa (satanistas) o indirectamente (los festejantes) ya que la noche del 31 de Octubre, espíritus diabólicos buscarán introducirse en los adultos o infantes participantes. Los Satanistas buscan justamente eso, ya que más demonios dentro de ellos, les dará más poderes y dones sobre humanos que podrán usar después para ganar almas para Satanás. Y para los participantes o festejantes, cambios paulatinos en el carácter, comportamiento y misma vida, por haber abierto puertas a lo oculto y atraer para sí fuerzas demoniacas malignas que lo posean inconscientemente por falta de información en lo que está participando.

Los efectos de la contaminación espiritual se notarán en algunos a corto plazo o a la larga en otros, que los llevara a: vicios de toda índole, locura o esquizofrenia, enfermedades raras, cambio de sexo, asesinatos, maldad, agresividad, rebeldía, sentimiento de vacío, soledad, incomprensión, depresión, suicidios, etc., a otros al satanismo mismo. Pero sobre todo a la mayoría a rebelarse contra lo establecido por Dios, apartándose de la fe, aborreciendo todo lo que manda en su Palabra y por tanto endureciendo más su corazón.

A muchos puede parecer toda una exageración, cosa de fanáticos religiosos, o puros cuentos solo para atemorizar, porque se deben cuestionar ¿Qué tiene de malo disfrazarse e ir a bailar? ya que muchos lo festejan y hacen eso solo por diversión, no hacen pactos ni sacrificios, solo es diversión, pero si fuera cierto eso significaría que ¿Todos están equivocados y mal, y hasta contaminados?… ¡pues déjenme decirles que así es, lo están!, El hecho de que algo sea practicado por la mayoría, no significa que sea correcto y que Dios lo apruebe y pase por alto muchas cosas sólo porque todos lo hacen. ¡No te engañes!

Al disfrazarte !estas participando!, al bailar en una fiesta de Halloween ¡estas participando!, al dar dulces por no ser molestado con bromas, ¡estas participando!, al decorar tu casa o tu negocio con objetos alusivos a la fiesta, ¡estas participando! Porque estas practicando obras de las tinieblas. Ahora que conoces todo acerca de esta fiesta, debes darte cuenta que todo tiene un origen diabólico y de idolatría: a la muerte, a demonios, a satanás mismo. Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad. (1 Juan 1:5-6)

En vez de cuestionar esta información, primeramente deberías cuestionarte si ¿Existe el Diablo en realidad? Las sagradas escrituras aseveran que si existe, presentándole como un espíritu maligno con mucho poder y están a su servicio los ángeles rebeldes (demonios) que junto con él, participaron en su rebelión contra Dios, siendo echados por él a las tinieblas de esta Tierra y que ahora, éstos actúan constantemente en los humanos indiferentes a esta realidad, rebeldes e idólatras, aun en los que se llaman cristianos y vuelven o mantienen su mirada a las cosas y tradiciones y costumbres de este mundo por no leer la Palabra de Dios que está escrita en la Biblia que nos dice en Oseas 4:6 “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”

Por eso debes saber, que el mundo espiritual existe aunque no creas en él. Y es tan real como el mundo en el que vivimos, el cual vemos y tocamos, pero no seamos ignorantes en asumir que algo que por lo que no vemos, no exista. Es como si alguien no creyese en el mundo microscópico porque no lo ve, pero no por eso, no dejará de existir y por ende, afectará a tu propio cuerpo en algún momento más notoriamente cundo surja una enfermedad por ejemplo. Sucede igual con el mundo espiritual, podemos ignorarlo, pero está a nuestro alrededor y nos afecta en muchas maneras, aunque no se crea en él.

En la dimensión espiritual hay dos bandos: el Ejército de Dios, que es del bien, y el ejército de Satanás que es del mal, y dentro de ambos bandos existen muchas personas humanas que trabajan para agradar a su señor respectivo. Como hijo de Dios a ti te toca agradar a Dios y solo a él, ya que tú te constituyes en un miembro de su ejército, la palabra dice: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. (2 Timoteo 2:4), no puedes servir a ambos señores al mismo tiempo, porque a uno agradaras y al otro contristaras. Por tanto estamos en guerra, pero no humana, sino Espiritual, donde se emplean también armas, pero hay que saber que para el mundo espiritual, armas espirituales, para lo del mundo, armas del mundo. No en vano se dice que nuestro mundo está en medio del caos y de guerra, pues nosotros estamos en medio. ¡Cristiano!, ¡abre tus ojos y tus oídos! para no caer en pecado delante de tu Señor a quien sirves, por participar de festividades sin conocer sus orígenes y fines por no buscar alimentarte de la palabra pura y verdadera, ¡Sal de estas prácticas y arrepiéntete!

Todas las costumbres y tradiciones son del mundo, y por tanto pertenecen al mal; mundo que el Señor nos dio para habitar. Por eso dice Dios en Deuteronomio 18:9 al 12. “Cuando entres a la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Señor cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones El Señor tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de tu Dios”.

Es nuestro deber como hermanos en cristo, advertir, la malignidad que está oculta detrás de esta fiesta de Halloween. No permitas que la presión social, laboral o el qué dirán gane a tu fe; no te contradigas en lo que crees con lo que haces, y si eres padre no demuestres a tus hijos que las cosas de Dios no tienen importancia al tú ignorarlas.

Enseña a tus hijos pequeños y grandes a amar a Dios, no solo con palabras sino con hechos, a seguir sus mandamientos e ir a la iglesia, no les permitas que festejen una tradición ocultista y diabólica dándoles la libertad de disfrazarse como brujas, muertos, y otros que Dios abomina, solo porque en la escuela, universidad la celebraran. Pero si participaste y ahora te arrepientes, reconoce que has pecado contra Él y pídele perdón buscando la salvación de tu vida y la de tu familia por medio de Jesucristo, pidiéndole liberación de tu cuerpo y alma para que seas sano, salvo y libre de los espíritus que entraron en ti. Juan 14:13 dice: “y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.” Porque Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida, nadie viene al Padre sino por mí. (Juan 14:6). He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobe toda fuerza del enemigo, y nada os dañara. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. (S. Lucas 10:19-20)

“Como hijos obedientes, NO os conforméis a los deseos que ANTES tenías estando en vuestra IGNORANCIA; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en TODA vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”

¡DILE NO A HALLOWEEN!